Si el cambio de color se observa como una gota bajo la superficie de la uña, especialmente de color rojizo o amarillento, es posible que se tenga psoriasis en las uñas. Los cambios ocurren alrededor de la placa, el lecho, la matriz y en la piel de la base ungueal. Esto podría afectar a una o varias uñas al mismo tiempo.

Entre los síntomas que pueden aparecer se incluyen la placa de color salmón debajo de la placa de la uña, el aspecto ahuecado debido a la pérdida de células de queratina, la aparición de líneas irregulares que surgen desde los lados de las uñas, el engrosamiento de la piel bajo la uña (hiperqueratosis subungueal) que podría hacer que las uñas se separen de la matriz (onicólisis), las zonas blancas deformes (leuconiquia), el desmenuzamiento (onicodistrofia) de la placa de la uña y el engrosamiento (onicomicosis).

Los tratamientos para estos síntomas dependen de la ubicación y gravedad de la enfermedad.

Ya que las uñas afectadas por la psoriasis son vulnerables a las infecciones bacterianas y fúngicas, se deben tener en cuenta algunas medidas para favorecer su cuidado, por ejemplo:

• Mantenerlas bien cortadas y lisas.
• Evitar el uso de jabones ásperos al lavarse las manos y los pies. Secar las uñas cuidadosamente, incluyendo los alrededores.
• Usar guantes para protegerse las manos y las uñas cuando se trabaja en el jardín, se limpia la casa o se realizan las tareas domésticas, entre otras actividades habituales.
• Proteger las uñas de los pies con zapatos cuando se realicen actividades intensas o al aire libre. Usar zapatos para protegerse los pies y las uñas en caso de ir a la playa o a la piscina.